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Hecho en China
CUIDADO Y MANTENIMIENTO
Mantenimiento periódico para su mesa con superficie de piedra
Limpiar la superficie de su mesa piedra
Climas fríos
Climas cálidos
Su mesa viene de fábrica con una cubierta con sellador protector para la superficie de piedra. El sellador proporciona resistencia a las manchas, la humedad y ayuda a mantener el color natural
de la piedra. Para una protección óptima, las superficies de piedra se deberán de volver a sellar cada 6 a 12 meses después de que toda la suciedad y los residuos se hayan limpiado a fondo.
El sellador de piedra está disponible en la mayoría de las ferreterías y tiendas especializadas. El uso de manteles individuales, caminos de mesa y portavasos lo protegerá de rayones,
manchas y posibles derrames. Use una funda para muebles para exteriores y proteja el producto cuando no lo esté utilizando.
Recomendamos almacenar su mesa en un lugar seco durante los climas fríos o cubrir con una funda para muebles de exteriores. Haga una especie de carpa con la tapa, cuidando que no toque
ninguna parte de la encimera. Esto facilitará el flujo de aire, permitiendo que la humedad se escape. Es posible que cualquier cantidad de nieve que permanezca sobre la encimera, durante un
periodo prolongado de tiempo, provoque humedad, la cual podría penetrar el sellador. La piedra es porosa, así que, si la humedad entrara en ella, podría congelarse y agrietarse o romperse.
Para mayor protección, selle la encimera antes de cada invierno.
La naturaleza porosa de la piedra la hace susceptible a la retención de calor. Utilice la debida atención y cautela al manejar cualquier encimera de piedra que haya sido
expuesta al sol de manera prolongada. Se recomienda utilizar este producto bajo la sombra de algún toldo o carpa.
Armazón
- Lave a mano con jabón suave y enjuague bien con agua. Seque con un paño suave.
- No utilice limpiadores abrasivos o estropajos demasiado duros, puesto que podría dañar la superficie.
La mesa de piedra no requiere prácticamente ningún tipo de mantenimiento. Conserve su aspecto nuevo limpiando con agua periódicamente para eliminar el polvo y la suciedad. Enjuague
la encimera, de forma recurrente, para evitar que los residuos se asienten en la superficie y se produzcan manchas o decoloraciones. También puede utilizar un detergente suave mezclado con
agua, frotar la superficie con una esponja o un paño suave y limpio. Seque la encimera inmediatamente después de limpiarla, para evitar la penetración de humedad y la aparición de manchas
de agua. Limpie inmediatamente cualquier derrame, puesto que podría penetrar en el sellador. Para una limpieza más profunda, utilice un limpiador biodegradable a base de agua. Evite los
limpiadores a base de amoniaco, puesto que podrían debilitar el sellador y dañar o decolorar la piedra. Nunca utilice cremas o limpiadores abrasivos, limpiadores con vinagre, productos a base
de ácido o cualquier producto con base alcalina, como amoniaco, bicarbonato de sodio o bórax.