Los sistemas de control RADIOTACTIL constan de una placa de control, un
termostato por habitación y diversas compuertas motorizadas.
Los termostatos, generalmente fijados a la pared en lugar conveniente, miden
la temperatura de la habitación y permiten indicar una temperatura de confort
distinta en cada estancia.
La placa de control está situada generalmente en el falso techo junto a la unidad
interior de climatización, totalmente oculta.
Cuando un termostato alcanza su temperatura de confort manda una señal a
la placa de control que cierra la compuerta o compuertas de los conductos de
aire que desembocan en la habitación. Con el tiempo la temperatura volverá a
cambiar (subir o bajar dependiendo de la estación). Este cambio será detectado
por el termostato, lo que provocará la apertura de las compuertas que habían
permanecido cerradas.
Una vez todos los termostatos han alcanzado sus respectivas temperaturas
objetivo, la placa de control detiene el funcionamiento del climatizador, volviéndolo
a poner en marcha en el momento en que alguna zona (habitación) vuelve a
alejarse de su temperatura de confort.
Uno de los termostatos, el termostato máster, incorpora además la función
de selección del modo de funcionamiento del climatizador: paro general, frío,
calefacción o ventilación.
La comunicación entre los termostatos y la placa de control se realiza sin hilos,
mediante ondas de radio.